JUGAR CON TELAS.

 

¿Por qué los niños adoran jugar con telas?

Blog Tierra en las Manos.




Las telas son un material de juego espectacular. Si no tenéis tejidos por casa vale la pena invertir en ellos, pues sus posibilidades son infinitas y tienen un recorrido extensísimo a lo largo de toda la infancia de un niño. Y en realidad… no os costará mucho dinero, retales inservibles y sábanas harán las veces de materiales de juego de alto valor.

PERO A OJOS DE UN NIÑO… ¿POR QUÉ SON TAN ESPECIALES?



1. CAPACIDAD DE TRANSFORMACIÓN

Las telas tienen algo que las hace absolutamente únicas frente a cualquier otro material y es su capacidad para transformar cualquier cosa. Con las telas podemos transformar espacios o transformarnos a nosotros mismos.

¿Quién no ha jugado a cubrir unas sillas con telas para crear un refugio?

¿Y quién no ha usado telas para disfrazarse?

2. NOS PERMITEN DESAPARECER

Las telas permiten jugar con nuestra propia identidad. Si me cubro y nadie me ve… ¿sigo existiendo? Si yo no veo a nada… ¿tú a mí sí?

3. LIGEREZA

Las telas son muy ligeras. Eso las convierte en un elemento fácil de manipular por los niños. Basta con extender la tela deseada por aquí o por allá para conseguir el resultado esperado.

4. AMOROSIDAD Y CALIDEZ

Los tejidos ofrecen calidez, son confortables en su tacto y les acaricia su piel. ¿Sabías que el sentido del tacto es el primero que se desarrolla?

POSIBILIDADES INFINITAS

Pero más allá de sus características, las opciones de juego con las telas son infinitas y son adecuadas para todas las etapas del desarrollo.

1. BEBÉS O TODDLERS

Obviamente un bebé no va a hacerse una cabaña con sábanas, pero sí disfrutará de tener telas cerca. Sonia Kliass nos recomendaba en este artículo el uso de un rectangulito de ganchillo, en punto calado, es decir, que a medida que vas tejiendo vayas dejando “agujeros” en el tejido, porque precisamente ese contraste de los agujeros oscuros con la tela le generan al pequeño curiosidad.

También pañuelos de algodón u otros materiales naturales son adecuados para los más pequeños. Mi sobrino, por ejemplo, de casi dos años está encantado con un pañuelito que es, a menudo, partícipe de sus andanzas.

2. NIÑOS A PARTIR DE 3 AÑOS MÁS O MENOS

A medida que los niños crecen mejora también su motricidad y su capacidad de manipulación de los objetos, entre ellos las  telas. Y entonces sí, todo tipo de tejidos empiezan a apoyar el despliegue del mundo imaginario y creativo de los niños.

Construcción de refugios

Con telas y sábanas se pueden construir escondites y cabañas que hacen las delicias de los niños. Basta con extender una sábana sobre un árbol, sobre la mesa, sobre el sofá, sobre sillas… lo que a ellos, los niños, se les ocurra.

Jugar a arrastrarse

Tan solo hacen falta dos niños para jugar a arrastrarse el uno al otro.

Disfrazarse

Los retales de tela o pañuelos son estupendas para crear disfraces. Pañuelos de pirata en la cabeza, o que sirven de falda, o de capa, de cinturón, de lo que se les ocurra vaya.

Decorar o recrear paisajes

Otra opción que os he contado en algún otro artículo es usar las telas para decorar o recrear paisajes. Una estrecha tela azul puede hacer de río, una verde puede simular la vegetación…

Jugar a esconderse

Los niños no siempre quieren cabañas… a veces lo mejor es cubrirse uno mismo y jugar con la propia existencia.

En ocasiones se cubren sin más, buscando intimidad, seguridad interior… y otras jugarán a ser fantasmas, monstruos, o jugar a asustar al otro sencillamente, transitando así por sus propios miedos.

Enhebrar un “telar” con telas

Otra experiencia con telas es tejer un telar con retales que los propios niños pueden hacer. La experiencia de destripar un tejido en tiras ya es muy divertida en sí misma.

Pero después pueden colocar esas telas en alguna estructura que funcione a modo de telar. Por ejemplo, una verja de cuadraditos o, más económico aún, la típica tela naranja que se usa para delimitar las obras

Y la verdad es que podríamos estar horas hablando de otras opciones para jugar con telas… Pero mi intención no es desvelártelas todas, ni mucho menos que se las enseñéis a los niños… dejad que sean ellos quienes descubran e inventen cuántos usos les parezcan oportunos. Enumero y os comparto estas ideas para que podáis observar para cuánto puede dar de sí una caja repleta de sábanas y otros retales de tejido.

IDEAS PARA FACILITAR SU USO

1. ORGANIZACIÓN

Para que los niños usen este elemento como material de juego es necesario que tengan acceso a él. Las telas deben estar disponibles y ser fácilmente accesibles.

Por si os sirve la idea, nosotros en casa las tenemos en una caja, que luego va colocada dentro de una estantería Kallax de Ikea. Queda recogido y a la vez es muy fácil de acceder.

Tenemos sábanas viejas, pañuelos y chales grandes anticuados y arriba de todo siempre hay retales más pequeños que van bien para decorar los espacios, crear paisajes, para usarlas para jugar a comprar y vender, tapar a los muñecos…

2. COMPLEMENTOS DE USO

Cojines. Los cojines son otro complemento estupendo para el juego con telas, sobre todo para construir cabañitas. Serán una base para la construcción o el elemento que dé el confort.

Cuerdas, lanas y cordeles. Para que los niños puedan usar las telas, hacer cabañitas o escondites es ideal que tengan a mano cuerdas y cordeles, para crear estructuras sobre las que colocar las telas, para anudarlas, etc.

En la imagen, veis el esqueleto de una estructura que crea el peque, con lana y trapillo, que después cubre con sábanas. Reconozco que el lugar elegido (la escalera) no es el idóneo… pero me pareció tan creativo que le dejé hacer.

Por supuesto, sillones, sillas y mesas son otro soporte estupendo sobre los que colocar sábanas y otros tejidos, jeje.

Pinzas. Por último, las pinzas son imprescindibles. Facilitan la tarea cuando los niños aún no saben anudar, permiten crear otro tipo de cabañas, “estrechar” las telas para disfrazarse… Pues no es necesario hacer un nudo, colocando la tela en la forma deseada y sujetándola con pinzas… voilá: resultado conseguido.

Y hasta aquí todo lo que quería contaros en relación a las telas. Espero que hayas podido observar cómo son un material fantástico para jugar. Tienen algo que las hace únicas y especiales: esa capacidad para transformar espacios y personas, para esconderse, decorar, abrigar, transmitir calidez…

Pensad si conocéis algún otro material que ofrezca todas estas posibilidades. Estoy convencida de que no.

Un abrazo,

Clara


























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