Pendientes de un hilo
“El arte es el cuerpo”. Lygia Clark
El niño y los “objetos relacionales” como objetos que pueden expresar significados diferentes para diferentes sujetos o para un mismo sujeto en distintos momentos, integrándose en la parte viva de la persona a través de ese nuevo significado. Formalmente, estos objetos y materiales no presentan analogía con el cuerpo, pero crean con él relaciones a través de la textura, el peso, el tamaño, la temperatura, la sonoridad y los contrastes: lleno-vacío, cálido-frío, pesado-ligero, etc. El “objeto relacional” en contacto con el cuerpo hace emerger la memoria y las experiencias que lo verbal no consigue detectar. Por ello, la relación establecida entre los objetos y el cuerpo no se logra a través del significado o la forma (imagen visual del objeto), sino a través de su imagen sensorial como algo vivido por el cuerpo como “lugar de la experiencia”.
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